Un estudio demuestra que podría haber niños genéticamente resistentes a la enfermedad meningocócica.

Un estudio dirigido desde Santiago de Compostela demuestra que podría haber niños genéticamente resistentes a la enfermedad meningocócica, la meningitis más temida. Investigadores del grupo GENVIP, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) han comprobado que el gen CFH juega un papel central en los mecanismos invasivos relacionados con la enfermedad meningocócica.

El estudio, fue publicado en la revista del grupo Nature, Scientific Reports. El trabajo ha sido enteramente coordinado desde Santiago de Compostela, por Federico Martinón Torres, Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico, y Antonio Salas Ellacuriaga, Profesor de la Facultad de Medicina de la USC y ha contado con la participación de más de 20 hospitales españoles.

Este proyecto aborda el estudio de los factores genéticos que subyacen a la enfermedad meningocócica, la principal causa de muerte por meningitis y sepsis bacteriana fatal en el mundo occidental, incluso con un diagnóstico y tratamiento correctos. Su distribución es universal y su epidemiología es dinámica e impredecible, aconteciendo en personas por lo demás sanas. La infección es frecuentemente devastadora, implicando graves secuelas o incluso la muerte del paciente.

El estudio muestra como “hasta un 14% de los niños llevan en ese gen una variante protectora que hace que sea un 60% menos probable que tengan esta enfermedad que el resto de los niños”, apunta el Dr. Martinón.

Aporta pues la evidencia estadística más convincente sobre el papel de la variación genética en los humanos en la susceptibilidad a la enfermedad meningocócica. La variación genética del huésped puede decantar la infección del meningococo hacia una situación de portador asintomático o a una situación de enfermedad invasiva mortal.

Se han aplicado herramientas de la genómica actual en la búsqueda de factores de susceptibilidad genética a la enfermedad meningocócica es decir, que expliquen una mayor predisposición a padecer la enfermedad al entrar en contacto con el microorganismo.
Para su realización además de la red nacional ESIGEM ha sido necesario establecer una colaboración internacional con grupos de Inglaterra, como con el Imperial College London, o el Centro de Enfermedades infecciosas del Instituto de Genómica de Singapur (GIS). El trabajo es una continuación de un estudio previo realizado por el mismo grupo y publicado en Nature Genetics en donde ya se apuntaba a esta región genómica como presuntamente asociada con la enfermedad meningocócica.

En nuestro medio la enfermedad afecta a niños y sobre todo a lactantes, aunque no existe una edad de riesgo cero. El meningococo está presente en la faringe de muchas personas que no presentan los síntomas de la enfermedad. Aunque son portadores sanos, estas personas pueden contagiar la enfermedad. Según el Dr. Federico Martinón “La enfermedad puede afectar al sistema nervioso central y se denomina meningitis meningocócica o puede derivar en una infección generalizada en todo el cuerpo, denominada sepsis meningocócica. La enfermedad puede ser asintomática o puede cursar en amputaciones de miembros o incluso la muerte del paciente”. Hay varios grupos de meningococo, el B es el más frecuente en España.

Se ha realizado un genotipado masivo del genoma humano conocido como GWAS (genome-wide association study) en más de 7.800 pacientes con la enfermedad meningocócica e individuos sanos; un modelo que se conoce como estudio caso-control a nivel genómico. Se ha empleado meta-análisis, procedimiento que permite aunar el esfuerzo de genotipado de varios estudios GWAS para descubrir las variantes genéticas de riesgo que pudieran explicar la enfermedad. Usando métodos computacionales conocidos como imputación de datos, junto con el uso de grandes reservorios de datos genéticos, los autores han conseguido inspeccionar más de 5,4 millones de variantes genéticas en todos estos individuos.

Fruto de este esfuerzo de genotipado, el grupo ha detectado unos agrupamientos de variantes genéticas denominadas single nucleotide polymorphisms o SNPs localizadas en la región del factor H del complemento (Complement Factor H o CFH) asociadas con la susceptibilidad del huésped a la enfermedad meningocócica.

El factor del complemento es uno de los componentes fundamentales de la respuesta inmunitaria defensiva ante un agente hostil como puede ser el meningococo. El complemento lo conforma un conjunto de proteínas plasmáticas implicadas en distintas cascadas bioquímicas. El factor H (FH) es una proteína plasmática codificada por un gen localizado en el cromosoma 1 y es una proteína clave en el control del complemento.

Según el Profesor Antonio Salas “la Neisseria meningitidis esquiva el complemento por medio de un mecanismo que consiste en unirse a través de una proteína del meningococo, la FH binding protein, al CFH del huésped. Los datos parecen indicar que  la variación genética en el huésped en estos reguladores de la activación del complemente juegan un papel determinante en la enfermedad invasiva versus la colonización asintomática por el patógeno. El CFH es por lo tanto un blanco ideal para patógenos que quieren aumentar su virulencia en el huésped.”

“Una vez más se demuestra, señala Salas que, para la búsqueda de los factores que explican las enfermedades complejas, como es la enfermedad meningocócica, no solo es importante actualizarse en las metodologías computacionales de análisis y los procedimientos estadísticos, sino también plantear los estudios en un marco multidisciplinar y de colaboración internacional”.

 

Fuente: Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela. (IDIS)

Investigación original: Martinón-Torres et al. Natural resistance to Meningococcal Disease related to CFH loci: Meta-analysis of genome-wide association studies. Scientific Reports 6, Article number: 35842 (2016). doi:10.1038/srep35842