La Dra. Nuria Romero-Laorden, profesora asociada de la cátedra, ha publicado un artículo donde expone el análisis del valor pronóstico de un biomarcador óseo en pacientes tratados con radioterapia.

Los biomarcadores de metabolismo óseo son sustancias químicas que se producen en células óseas (osteoblastos y osteoclastos) y que pueden medirse en la sangre o en la orina. Pueden ser útiles para diagnosticar y monitorizar el cáncer de próstata metastásico, ya que pueden indicar la presencia de metástasis óseas.

El radio-223 es un fármaco que se administra a pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración (mCRPC) con metástasis óseas. Puede prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida, pero su uso está limitado por la aplicación errónea de biomarcadores que permitan seleccionar a los pacientes que más se beneficiarán de él.

El grupo de investigación de la Dra. Romero-Laorden ha realizado un estudio de cohorte prospectivo para evaluar el papel de los biomarcadores del metabolismo óseo, con el fin de ayudar al mejor uso del radio-223 como terapia frente al cáncer de próstata avanzado.

Este estudio ha demostrado que los biomarcadores de formación ósea pueden predecir la respuesta al tratamiento con radio-223 en pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración. En concreto, la fosfatasa alcalina ósea (BAP) podría ser útil para clasificar a los pacientes en los ensayos clínicos, especialmente los que evalúan las terapias dirigidas al hueso.

Este conocimiento podría ayudar a los médicos a seleccionar a los pacientes con CPRCm que más se beneficiarían del tratamiento con radio-223, y a desarrollar tratamientos más personalizados y efectivos para estos pacientes.Sin embargo, aún se necesitan más estudios para confirmar el valor predictivo de la BAP en el contexto del tratamiento con radium-223.

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