Entrevista a Fernando Bandrés, Director del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.


Desde un punto de vista ético, ¿qué implicaciones puede tener la instauración de una Medicina Individualizada?

Texto destacadoEn primer término, esta realidad nos tiene que llevar a replantearnos conceptos nuevos y antiguos relacionados con la atención al paciente; así, debemos redefinir qué es un enfermo, qué es la enfermedad, qué es la salud, qué es un usuario, cuál es la finalidad del diagnóstico y del tratamiento farmacológico...

Hasta ahora habíamos asumido un tipo de Bioética de medios, que nos había hecho perder en muchos casos el interés por la persona en sí. Debemos asumir un nuevo tipo de Bioética, que sea responsable y en la que se haga un análisis de los fines.

Texto destacadoEn cualquier caso, debemos estar atentos para evitar posibles consecuencias negativas de la aplicación de este tipo de Medicina, como puede ser la estigmatización de las personas por su riesgo de padecer ciertas enfermedades.

Para evitar este tipo de contrapartidas negativas, ¿qué acciones deberían emprender los legisladores?

En la última década estamos asistiendo a un gran desarrollo legislativo, normativo y reglamentario en todos aquellos aspectos relacionados con las Ciencias de la Salud. Lo cierto es que, para tranquilidad de todos, la práctica de la Medicina individualizada dispone de un marco normativo adecuado para su desarrollo inicial, aunque será necesario eliminar posibles contradicciones legislativas.

¿A qué se refiere concretamente?

Un ejemplo paradigmático puede ser la ley de Protección de Datos y la de Autonomía del Paciente. De cualquier forma, la abundante legislación sanitaria, general y específica, producida en los últimos años pone de manifiesto la necesidad de una regulación jurídica concreta de derechos y deberes específicos en la actividad sanitaria.

¿Qué supone para nuestro país la aprobación del llamado Convenio de Oviedo?

El punto culminante en materia legislativa en el campo de la salud se consigue a partir del año 2000, una vez que entra en vigor, con la ratificación por parte de nuestro país,con la ratificación por parte de nuestro país, del llamado Convenio de Oviedo o de Biomedicina y Derechos Humanos.

Texto destacadoConceptos tales como la autonomía, la justicia, el consentimiento, la información, la confidencialidad, la finalidad de la actuación sanitaria, la equidad de los recursos, los derechos de los menores y discapacitados, e incluso el derecho a no saber, se encuentran recogidos en este texto normativo de importancia fundamental para cualquier aplicación biomédica posterior.

A partir de este momento, se produce una verdadera eclosión de leyes y normas que van recogiendo los principios de este Convenio de Oviedo, entre las que destacan la Ley de Autonomía del Paciente y Documentación Clínica (en la que se regula claramente el acto sanitario en aspectos tan importantes, entre otros, como la historia clínica y el consentimiento informado), la Ley de Cohesión y Calidad de la Asistencia Sanitaria (en la que se regula de forma específica los principios de equidad, calidad y participación del ciudadano en la protección de la salud) o la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (que recoge aspectos de gran importancia para definir posteriormente quienes y cuantos pueden ser los responsables de los complejos actos sanitarios que se realizan).

¿Es posible conseguir un desarrollo uniforme, consistente y coherente tanto de los aspectos jurídicos como éticos?

Así debe ser. La práctica de este tipo de Medicina necesita armonizar los conocimientos de su elevada capacidad biotecnológica con los correspondientes a la cuestiones legales, deontológicas y éticas, a fin de tomar decisiones prudentes.

Eso parece obvio, ¿pero cómo se consigue?

Se debe partir de la formación de los profesionales sanitarios en estos aspectos, lo que permitiría establecer no sólo protocolos de actuación técnicamente correctos y de calidad, sino también realizar actos sanitarios acordes con la "lex artis" exigible. Debemos asumir que la responsabilidad profesional sanitaria no tiene que ver sólo con la capacidad de resarcir un posible daño, sino que de forma más importante, responsabilidad sanitaria tiene que ver también con la capacidad de "responder", con criterios de eficacia y excelencia, ante los retos de la atención sanitaria de nuestro tiempo.

¿Y cómo se traslada esto a la práctica clínica diaria?

Un aspecto clave es la creación de protocolos de actuación consensuados, insistiéndose en aspectos tales como la adecuada información al paciente y a sus familiares. Se deberá establecer correctamente qué y cuándo utilizar unas determinadas pruebas diagnósticas, se deberá reevaluar el consentimiento informado, se tendrá que hacer un uso adecuado de los datos del paciente y del manejo de la historia clínica en cualquier tipo de soporte (sobre todo en los aspectos relativos a confidencialidad, custodia y acceso), y se deberá hacer un análisis pormenorizado del riesgo/beneficio de sus aplicaciones, considerado desde los diferentes aspectos de la responsabilidad profesional sanitaria

¿Considera que esta nueva forma de abordaje de las enfermedades y de atención al paciente va a acompañarse de una excesiva judicialización de la Medicina?

No necesariamente, aunque sí es claro que deben variarse algunas estructuras sanitarias.

Texto destacadoEn el medio hospitalario, debido a las nuevas tecnologías que se manejan, a la diversidad de profesionales que intervienen y a la nueva situación sociocultural del paciente, es preciso el diseño de Unidades de Medicina Legal Hospitalaria, que entre otras muchas funciones, colaboren con los diferentes servicios hospitalarios y del área sanitaria en la resolución de los problemas legales, éticos y deontológico, que a buen seguro se van a plantear.

El hospital del siglo XXI debe irradiar imaginación y conocimientos en toda su área de influencia, y para ello es básico incorporar la Medicina Legal Hospitalaria.

¿Los profesionales sanitarios españoles están preparados para asumir los retos y ventajas que ofrece la Medicina Individualizada?

Texto destacadoTodavía no. Hemos creado un estado hipertrófico de medios y se ha desarrollado de forma desmesurada la especialización, de tal forma que muchos profesionales tienen grandes habilidades técnicas pero no son capaces de analizar bien un problema o tomar una decisión correcta.

En otros casos, estas personas dan respuestas a conflictos del siglo XXI con argumentos de finales del siglo XIX. Por eso, insisto en que es fundamental optimizar la formación de los profesionales de la salud sobre este tipo de Medicina.