Francisco Barros. Jefe de Laboratorio en la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica

Ya es posible hacer Farmacogenética en nuestro país y de forma más o menos rutinaria en algunos procesos

¿La Farmacogenética es ya una realidad en España?

Sí, ya es posible hacer Farmacogenética en nuestro país y de forma más o menos rutinaria en algunos procesos. Disponemos de una tecnología suficiente como para realizar en la práctica clínica diaria, y con enorme agilidad y rapidez, diversos análisis farmacogenéticos que nos orientan sobre la utilización de un determinado tratamiento.

¿En qué áreas se está avanzando más?

En el campo de la Hematología es especialmente sobresaliente el progreso registrado en este ámbito. Prácticamente todos los grupos españoles que trabajan en Hematología disponen de estos recursos, gracias a los cuales en determinados enfermos con leucemia, por ejemplo, se puede identificar el mejor tratamiento para sus pacientes, predecir su evolución y ajustar dosis. No es menor el progreso alcanzado en el manejo de ciertas enfermedades tumorales, y son ya bastantes los fármacos que en incluyen en sus propios prospectos información farmacogenética de interés. Con todo, sigue siendo mayoritario el número de centros que están haciendo en este campo trabajos de investigación clínica, pero no aún de aplicación clínica.

En comparación con otros países, ¿en qué posición nos encontramos?

Nos consuela pensar que en países tan avanzados como el Reino Unido tienen unos problemas similares a los nuestros; en el caso británico, todos los estudios farmacogenéticos están siendo pagados todavía por proyectos de investigación y no están integrados como pruebas asistenciales pagadas por las autoridades sanitarias públicas. En cuanto a la generación de conocimientos y la utilización de herramientas farmacogenéticas, nos encontramos a un buen nivel, similar al de países de nuestro entorno.

Sin embargo, dentro de nuestras fronteras sí que parecen apreciarse importantes divergencias en el nivel de desarrollo y aplicación de estos conocimientos y técnicas...

Eso es cierto. Hay más diferencias entre grupos/hospitales españoles que la que puede existir entre los centros españoles y los de otros países.

¿Considerada adecuada la colaboración interdisciplinar que existe en España para garantizar el progreso de la Farmacogenética?

Estamos por el buen camino, pero aún hay mucho que mejorar. Es evidente que en esta disciplina el progreso sólo se logra con un correcto abordaje interdisciplinar. En nuestro caso concreto, somos un laboratorio genético que nos complementamos perfectamente con Oncología, Farmacia Oncológica, con grupos de Psiquiatría, Hematología,...La Farmacogenética no tiene ningún futuro si no se hace un abordaje multidisciplinar; si se trabaja en solitario, lo máximo que se pueden conseguir son éxitos puntuales y efímeros.

¿Estamos ya en disposición de ofrecer a los pacientes españoles una Medicina Individualizada?

En algunos casos concretos, sí. El camino es imparable, y nadie duda que este tipo de Medicina va a superar muchas de las clásicas limitaciones de la Medicina tradicional, tal y como la conocemos actualmente.

¿A qué se refiere usted concretamente?

No sólo hablo de obtener terapias más eficaces, creo que el principal beneficio que se deriva de la Medicina Individualizada, y el que va a garantizar su espectacular desarrollo en los próximos años, procede de su capacidad para evitar muchos de los efectos adversos que inducen los tratamientos actuales. No debemos olvidar que muchos de los efectos secundarios que provocan algunos de los fármacos de elección en estos momentos se asocian con un acusado incremento de la morbimortalidad; e, incluso, se estima que el riesgo de fallecer por una reacción fatal de un medicamento es, actualmente, superior al de morir por un accidente de tráfico.

¿Es, por tanto, la seguridad el principal argumento en el que se deben centrar los defensores de esta nueva Medicina?

No es que los profesionales nos debamos centrar especialmente en la investigación de este área, sino que para la sociedad en general este va a ser el argumento más sólido y fuerte que les animará a aceptar y demandar una Medicina Individualizada. Desde el momento en el que disponemos de instrumentos adecuados para predecir si un determinado tratamiento no sólo no va a resultar más o menos eficaz, sino que puede ser perjudicial para la salud, ya no quedan argumentos éticos para mantener un tipo de Medicina basada en el concepto de la prueba-error. Al minimizar este riesgo de aparición de efectos adversos, la Medicina Individualizada debe ser considerada como una estrategia coste-efectiva; de hecho, no debemos obviar que la aparición de efectos adversos importantes supone, tanto en compensaciones económicas como en atención sanitaria adicional, grandes volúmenes de dinero.

Incluso, a nivel legal esto puede plantear muchas controversias, porque nos podemos encontrar en un futuro próximo con situaciones en las que un juez puede entender que se ha obrado mal si un paciente experimenta efectos adversos evitables...

Así es. Igual que ahora se considera una irresponsabilidad dar un determinado medicamento a un paciente que es alérgico al mismo, en un futuro muy cercano se determinará que ha existido negligencia si se administra un fármaco y éste induce efectos adversos predecibles por medio de técnicas farmacogenéticas. En mi opinión, la Farmacogenética se va a imponer socialmente por la garantía que ofrece a los pacientes y a los profesionales en la elección del tratamiento más eficaz y, sobre todo, más seguro.