Retos éticos y necesidades normativas en la actividad asistencial en Medicina Personalizada de Precisión

Este documento ha sido elaborado con el objetivo de ofrecer una visión de conjunto de la situación legislativa de la MPP en España y en el contexto europeo. 

RESUMEN EJECUTIVO
 
La comunidad científica, el sector privado y los poderes públicos están realmente comprometidos en abrir las puertas a nuevas herramientas terapéuticas que, de conseguir sus objetivos, serán revolucionarias, modificarán sensiblemente la práctica asistencial y afectarán a nuestra percepción actual sobre la salud y la enfermedad. Indudablemente, contribuirán también, de forma decisiva, a la mejora de nuestra calidad de vida. Esto parece particularmente evidente en relación con la llamada Medicina Personalizada de Precisión (MPP), como nueva metodología de enfocar el tratamiento de las enfermedades y de las pruebas diagnósticas correspondientes.
 
La MPP está destinada a producir cambios profundos en la concepción y en la metodología de la Medicina en los próximos años, lo que tendrá un impacto elevado en la actividad asistencial. Convendría revisar infraestructuras, servicios, formación académica y profesional, las farmacias hospitalarias y de venta al público.
 
La secuenciación masiva del genoma humano plantea problemas éticos y legales cuantitativos de tal magnitud que en ocasiones pueden convertirse en cualitativos. Así puede ocurrir cuándo se ha de decidir qué información obtenida se transmite al paciente, p. ej., cuando el profesional ha detectado la presencia de genes deletéreos o se encuentra ante hallazgos inesperados, especialmente en ambos casos si su número experimenta un incremento significativo, como apuntan los especialistas.
 
En algunos casos habrá que salvar los escollos técnicos con los que se pueden encontrar los profesionales de la salud en su práctica asistencial. En otros será necesario, además, resolver algunos de los problemas éticos y jurídicos, como los que se apuntan a lo largo de este estudio, en particular los relativos al tratamiento de datos masivos relativos a la salud, lo que no siempre habrá de ser fácil, pues hemos visto cómo pueden verse comprometidas ciertas concepciones y valoraciones que se han venido aceptando en la actualidad sin graves polémicas; otras, sin embargo, han sido sometidas a revisión por diversos sectores sociales y plantean dudas tanto determinar su enfoque adecuado como la respuesta más precisa que puedan proporcionar los recursos jurídicos.
 
La toma de decisiones en el marco de la Medicina en general, pero sobre todo en el de la MPP, exigirá que los profesionales de la salud sean muy cautelosos en el uso de las potentes herramientas informáticas y de inteligencia artificial de las que se viene disponiendo. Uno de los retos a la vista es cómo y hasta dónde aceptar su capacidad predictiva; en no supeditarse de forma rutinaria a sus propuestas indicadoras sobre toma de decisiones. El ser humano ha de permanecer como señor de sus propias decisiones, respecto a las que las diversas herramientas de precisión sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento no deberían sobrepasar su estricta función de asistentes y auxilio del profesional. Si las herramientas pueden ser de extraordinaria valía para señalar las medidas más adecuadas, el profesional seguirá teniendo que averiguar por otros medios el proceso mediante el cual se ha llegado a realizar una propuesta de decisión, que en la situación no podemos obtener de los propios sistemas inteligentes, pues no es necesario insistir en que los eslabones de ese proceso pueden ser esenciales para una mejor comprensión de la enfermedad y para tomar las decisiones más adecuadas en virtud de la conjunción del conocimiento del proceso causal y de la conclusión decisoria.
 
Por lo que se refiere a la protección de los datos genéticos de carácter individual (personal) en esta dirección contamos, tanto en la UE como a nivel estatal y autonómico, con las autoridades nacionales de protección de datos (AEPD en el caso español y las correspondientes autonómicas) para la defensa de los ciudadanos en relación con sus datos de carácter personal y su tratamiento abusivo. Estas instituciones son de la máxima importancia desde la perspectiva de los ciudadanos, pues sólo ellas pueden defender individual y colectivamente de forma eficiente y rápida a quienes son lesionados en sus derechos, tanto por los poderes públicos como por los particulares, y por ello requieren que se les dote de todos los medios que sean necesarios para el desempeño de su función, pero también para preservar su independencia, de modo que puedan hacer frente a las nuevas situaciones que se presentan de forma constante.
 
Otro punto de partida será prevenir cualquier forma de discriminación basada en el patrimonio genético de una persona, como ya proclamó el CDHB; y por extensión, en cualquier otro dato que pueda ser de interés significativo para la salud. En todo caso, nos encontramos también ante otros retos de signo diferente, como será evitar la discriminación y las desigualdades sociales, no sólo en virtud de las características biológicas (genéticas) de las personas, sino también y sobre todo por las mayores o menores posibilidades de acceso que se tengan a los nuevos avances en virtud de las condiciones económicas, sociales, geográficas, culturales o políticas de las personas y de los colectivos en los que se agrupan. En este caso, los riesgos de exclusión social pueden ser elevados, por lo que las acciones para impedirla habrán de tomarse con la mayor precocidad e intensidad posibles.