Células inmunes modificadas genéticamente para evitar la metástasis

La metástasis es la principal causa de mortalidad asociada al cáncer y su aparición sigue siendo un fenómeno difícil de predecir y de manejar. Hay órganos en los que la aparición de metástasis es más habitual (pulmón, huesos, cerebro…). De hecho, cada tumor tiene preferencia por colonizar zonas concretas. Sin embargo, todavía no somos capaces de anticiparnos y cuando las metástasis se producen, puede ser demasiado tarde.

Es por ello que investigadores del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EEUU, han intentado explorar otro enfoque para prevenir la propagación del cáncer. Se trata de un enfoque novedoso de la inmunoterapia que parece ser un prometedor tratamiento potencial para el cáncer metastásico. Antes de diseminarse, las células tumorales envían señales para preparar el sitio donde se producirá la metástasis. Estas zonas con condiciones óptimas para la formación de metástasis se denominan nichos premetastásicos y atacarlos podría mejorar la supervivencia de los pacientes con cáncer.

El equipo del NCI exploró el comportamiento de las células inmunes en el nicho premetastásico de ratones con rabdomiosarcoma, un tipo de cáncer que se desarrolla en los músculos y a menudo disemina a los pulmones. Al observar los pulmones de los ratones con tumores en el músculo de la pierna, pero antes de que se encontrara el cáncer en los pulmones, los científicos descubrieron que había pocas células inmunes que mataban el cáncer, pero muchas que inhibían el sistema inmunológico. De hecho, a medida que avanzaba el cáncer aumentaba el número de células mieloides en el nicho premetastásico (pulmones). Las células mieloides forman parte de la primera respuesta del organismo a las infecciones, las lesiones y el cáncer. Cuando detectan una amenaza normalmente producen interleucina 12 (IL-12), una señal que alerta y activa a otras células inmunes. Sin embargo, los investigadores observaron que, en el nicho premetastásico del pulmón, las células mieloides enviaban señales que indicaban a las células inmunitarias que combaten el cáncer que se retirarán, favoreciendo la supervivencia de las células tumorales.

Como solución, los científicos diseñaron células mieloides modificadas genéticamente (GEMys), agregando un gen adicional para IL-12, con el objetivo de enviar una señal anticancerígena a los órganos donde el cáncer puede diseminarse. En los ratones con rabdomiosarcoma, las GEMys produjeron IL-12 tanto en el tumor primario como en los sitios metastásico, reclutando y activando células inmunes para eliminar el cáncer en el nicho premetastásico y reduciendo las señales que inhiben el sistema inmunológico. El tratamiento de ratones con IL12-GEMy resultó en una reducción de la carga tumoral primaria y metastásica y una mejor supervivencia en comparación con los ratones tratados con células mieloides no modificadas. Además, los investigadores encontraron resultados similares en ratones con tumores pancreáticos con diseminación al hígado.

Por otro lado, el equipo del NCI también descubrió que la combinación de IL12-GEMy con quimioterapia, cirugía o terapia de transferencia de células T, resultaba en una mejora de las propiedades anticancerígenas de las células modificadas, así como evidencia de una “memoria inmunológica” duradera del cáncer previniendo su reaparición.

Por último, los investigadores también evaluaron esta estrategia en células humanas cultivadas en laboratorio. Estas GEMys humanas produjeron IL-12 y activaron las células inmunitarias que eliminan el cáncer.

Artículo original: https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(21)00237-3

 

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